Aquí fui inspirada para el ataque final: ¡ensamblar la manta multicolor!. Es el altar de la Capilla de San José en Valle del Sol, Potrerillos, Mendoza. No creo que haya en el mundo otro altar con una vista tan espectacular (el Cordón del Plata en la Cordillera de Los Andes) que nos presenta la inmensidad y la belleza con la que hemos sido bendecidos.
Esto tan bello es para que mi manta pase a segundo lugar. Pobrecita salió pequeñita, descentrada y ¡hasta me sobraron dos cuadritos de 6! No sé cómo ocurrió esto porque todos los bloques estaban bien, deben haber sido los duendes!!!
Dos de esos duendes saben que la mantita es ¡mágica! y no duermen la siesta con la abuela si no se envuelven en ella. ¡Los colores los atrapan!
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Este es el duende más pequeñito. |
Y este ¡el más picarón! y, como diríamos en los cuentos: "Colorín colorado, esta Babette se ha terminado." |